El incidente ocurrió en el tercer cuarto, cuando Wells recibió un pase y se dirigió hacia el aro. En el momento crucial de la jugada, KJ Simpson, escolta de los Hornets, se cruzó inesperadamente en su trayectoria, resultando en una caída peligrosa. El golpe fue tan fuerte que Wells quedó inmóvil en el suelo, causando una conmoción en el estadio que quedó en completo silencio.
La gravedad de la situación llevó al jugador a abandonar la cancha en camilla y, posteriormente, fue internado. Horas más tarde, se confirmó que Wells sufrió una fractura de muñeca debido a la caída. Además, reportó dolor en la mandíbula, la espalda y el rostro, lo que lo alejará prácticamente de la temporada actual. Sin embargo, se espera que pueda regresar para el inicio de la próxima.
Simpson, responsable de la falta, fue expulsado del juego tras recibir una sanción por flagrante 2, lo que generó un intercambio en redes sociales donde pidió disculpas a Wells, quien aceptó las disculpas de manera pública.
Este incidente resalta los riesgos inherentes en el baloncesto profesional y deja una lección sobre la importancia de la seguridad en el deporte. La comunidad de la NBA se une en solidaridad con Wells mientras se recupera de esta desafortunada lesión.
